Hoy día 21 de febrero, el Ayuntamiento de Collado Villalba ha continuado con la tradición de homenajear a los maestros y profesores jubilados este último curso.
Y esta vez, me ha tocado también a mí.
Nos han dedicado "bellas palabras" y, aunque sólo sean eso, sienta muy bien que te las digan al menos una vez en la vida. Nos han agasajado con un concierto y un "vino español", pero lo mejor ha sido reencontrarnos con compañeros y amigos, y charlar de lo divino y lo humano, con buen humor y mejor ánimo.
Durante los discursos, recordaba a todos aquellos que no pudieron disfrutar de la escuela porque se vieron obligados a "cruzar e charco" para intentar sobrevivir. De aquellos exalumnos a los que he sobrevivido, recordaba su ilusión en el trabajo, en aprender, en forjar un porvenir que, un accidente, el cáncer o la droga no les permitió disfrutar.
Recordaba también aquellos que, faltos de recursos, me exprimían en horario extraescolar (y yo, encantado) y que formaron una familia con la que hoy luchan por salir adelante. Y, cómo no, aquellos que, quizá estimulados por mí, se dedican a la docencia...
Reconozco que en mi fuero interno sentía, sin falsa modestia, que nos merecíamos las "bellas palabras"; que nadie nos estaba regalando nada.
Tal vez desde fuera no se vea así, pero ha sido emocionante. Al menos para mí, aunque sé de otros compañeros que han sentido lo mismo.
Agradezco desde aquí el único detalle que una institución ha tenido con nosotros, tras toda una vida dedicada a la enseñanza.
Sin embargo (nada es perfecto) algunos compañeros asistentes han gritado extemporáneamente su disgusto con la situación política actual. Esos docentes que llaman a la solidaridad y a la defensa de la educación pública y de calidad (cosa por la que algunos hemos luchado siempre), no han sabido respetar el único momento de reconocimiento hacia otros compañeros (jubilados ya), lo que constituye, sin duda una falta de respeto (la solidaridad es respetuosa) hacia nosotros que, cuando menos, es reprochable.
Y yo os reprocho, compañeras y compañeros docentes que habéis interrumpido el acto con vuestros gritos, vuestra falta de consideración, vuestra nefasta elección del lugar y del momento de la protesta y vuestra falta de sensibilidad con los que hemos trabajado codo con codo hasta hace unos meses con vosotros, sin daros cuenta de que el momento que ensuciabais no era el de la Administración. ¡Era el nuestro!
Siento no haber podido estar allí, compartir ese momento con un buen compañero. Lo cierto es que no sabía que ese acto se celebraba ayer. De verdad que lo siento enormemente.
ResponderEliminarQueda pendiente, una vez más, una cerveza entre compis.
Saludos
Nuria
Navegaremos en mares de cerveza, de naufragio en naufragio, aferrándonos a deliciosas tapas para llegar al siguiente.
Eliminar¿Cuando?
Tú dirás.
Un abrazo.
JM
Bueno, si es cuestión de celebrar, yo también me apunto.
ResponderEliminarIr abriendo boca por si tardo un pelín más en llegar, pero cuando llegue, ya compensaré ya...Bss a los dos y felicidades de nuevo a los homenajeados, más vale tarde que nunca.Anabel.
Suena muy biennnn lo de los naufragios y los mares.......
ResponderEliminarMe apuntooooooo!!!!
Besos
Este homenaje y otros muchos más, como bien dices, profe, te los has merecido y requetemerecido. Te puedo asegurar que no te lo han regalado y que cualquier pequeño gesto o gran celebración se quedaría ninguneada frente al verdadero reconocimiento que sentimos los alumnos que tuviste y que día tras día te llevan en su espalda en forma de pequeña conciencia.
ResponderEliminarTú nos enseñaste algo más que lecciones de lengua y matemáticas, nos diste el empujón para afrontar la vida como un ganador.
Muchas gracias Juanmi, a ver si te llamo y nos tomamos un café de verdad, no como aquella vez que te la colé con lo del café y al final resultó ser nuestro particular homenaje. ¡Ah! Y recuerdos de Lucía, blanco y en botella, ¿quién soy?
(me apunto la dirección del blog, seguidor principal desde hoy)
A "engaños" como aquél, se apunta encantado cualquiera.
EliminarGracias a vosotros, los alumnos, ha tenido sentido toda mi vida profesional y me siento muy, pero que muy bien cuando os veo pelear con la vida cara a cara, sin rendirse a la menor dificultad.
Menos mal que no tengo alma de chocolate, pues si no, vuestro cariño ya la habría derretido.
Un abrazo.
JM.
(No pude ayudarte en lo de dropbox porque ya tengo una cuenta. Sorry).
He tardado un poco en leer la entrada, pero... aquí estoy para decirte que tienes mucha razón y estoy, totalmente, de acuerdo contigo!!! No sacamos el tema en el vinillo, porque no era el lugar, pero algunos de los asistentes si que comentamos, en otros foros, lo inoportuno, bochornoso y fuera de lugar de la protesta. Los que allí estábamos nos sentimos también muy unidos a la escuela pública, pero ante todo, era importante saber lo que estábamos celebrando.
ResponderEliminarVosotros eráis los protagonistas y bien merecido y por eso, tus amigos quisimos estar acompañándote.
Por cierto, si Ana se apunta a unas cañas, aún llegando justita de hora, ji,ji, yo no falto.
Un besazo compis.
Mª José
Gracias a todos por vuestros comentarios. Lo de las cañas depende de vuestra disponibilidad, pues, hoy por hoy, la sequía no ha llegado a los bares.
ResponderEliminarUn abrazo.
JM.